Importante:

Soy una persona que comete errores como todo el mundo. Si piensas que estoy equivocado y no estás de acuerdo...¡Coméntalo por favor!

sábado, 20 de noviembre de 2010

Una escultura en el museo

Curiosamente hay quienes, aparentemente, en un determinado entorno demuestran ser objeto de muchas “alabanzas”, simpatías, aclamaciones, sonrisas, y por supuesto en, muchos casos, pueden establecer plácidos diálogos en cualquier momento y casi con cualquiera ya que es conocido por todos. Este entorno, puede ser perfectamente una institución de enseñanza (colegio, universidad), un entorno laboral (la empresa) e incluso una organización como una Iglesia, una ONG o un partido político. Esas personas son conocidas por casi todos de ese entorno y se convierten en tema de conversación ya sea por admiración o simple envidia.



Si pertenecemos a dicho entorno podemos observar claramente que este tipo de personas están disfrutando de su situación y que incluso a veces se aprovechan de la misma para cubrir ciertos intereses personales. Podemos ver cómo pueden establecer relaciones con los agentes del entorno de forma fácil, y actúan como si se conocieran de toda la vida. Pueden gozar, en algunos casos, de ciertos privilegios. Todo esto es debido al poseo de ciertas cualidades que los otros no tienen tan desarrolladas como él. Por ejemplo: la inteligencia, el liderazgo, el físico, la apariencia de “caridad”, el buen humor e incluso hacer más el “idiota”.



A pesar de que estos “famosos” tienen vidas distintas a la de otros “famosos”, en algunos casos (aunque yo pienso que en muchos) si se realiza un análisis exhausto de sus vidas...¡Podemos caernos de la impresión! Cuando estos salen de la burbuja del entorno en el que están y van a sus verdaderas vidas, como el hogar, nos encontramos con una libreta telefónica vacía o llena de polillas por el poco uso. Muchos de estos caen en depresión en el período en que el entorno está “cerrado” temporalmente (las vacaciones, por ejemplo) Rara vez establecen conversación con alguien fuera del entorno familiar cuando no están es ese maravilloso espacio que extrañan. Y rara vez salen de esa guarida al que ellos llaman “casa”.



Seamos directos: que simplemente no tiene amigos, y si los tiene sólo llega a los dos o tres dedos de una mano. Esos famosos yo los llamo esculturas de museo. Son como hermosas estatuas que demuestran cualidades (con o sin intención) ha los visitantes (los “otros”). Estos últimos, pasan por la escultura, la admiran, la ven, hablan de ella, e incluso la cuidan. Sin embargo, cuando el museo tiene que cerrar, las luces se callan, los murmullos se apagan, y la estatua en fría sala, sola queda.



Sabemos que es una triste realidad, pero que a veces pienso que abunda. Aunque, claro está, existen otros tipos de esculturas. Algunas, cuando cierran el museo, se encarnan y se va de paseo con los visitantes. Otras, son esculturas que al mismo tiempo son visitantes del museo. Pero hay algunas que son esculturas un poco más pequeñas que se quedan como la escultura de museo, mientras ven que, otras esculturas se van. Y por su puesto, en el peor de los casos, hay esculturas que son pequeñas, e insignificantes que se confunden con los visitantes del museo, pero que cuando se cierra, sola también están.



Hay tres razones por la que escribo esto: a)No seas escultura de museo, sino lo puedes evitar, sal del museo con los visitantes o relaciónate con “otros mundos” b)Cuando veas una escultura de museo no tengas envidia o demasiada admiración y averigua, si es posible, si en verdad es feliz c) Si esta no lo es, acompáñala e invítala a salir, no la dejes sola en el museo mientras que las partículas de polvo le cubren. Por que no es una simple escultura para “No tocar”: es una simple persona que tal vez necesita compañía.



Hasta la próxima, un abrazo.

No hay comentarios: