¡Nos olvidamos de todo!

¡Al fin y por fin llega la Navidad! Estamos hartos, obstinados, cansados, agotados y con unas grandes y hermosas ganas de coger todos los libros y quemarlos en una gran hoguera. Aunque muchos las pasaremos con un pequeño amargor en la boca: hemos reprobado una, dos, cinco o noventa y cuatro materias. Ante esto ¿Qué hacemos? ¡¿Nos hacemos el hara-kiri pensando que somos unos mentecatos y nunca mejoraremos nuestra situación como estudiante?! Evidentemente no pero tampoco no debemos realizar una gran hoguera en las vacaciones y luego pretender juntar todas las cenizas después de que ya se nos ha olvidado todo.

Te voy a decir algo muy fuerte que te provocará partirme la cara en seis partes proporcionales. Una de las causas - y de las más importantes- del alto número de suspensos es la falta de motivación y educación en nuestras familias, que debía haber comenzado desde que empezábamos a hablar. Es decir que en cierto modo, unos más que otros, tus padres tienen parte de culpa. De todas maneras, el pollo ya nos lo hemos comido y no podemos hacerlo resucitar. Por tanto, trataremos este tema en otro momento ya que tu futuro, tanto próximo como lejano, lo decidirás tú y no el chico o la chica guapa que está a tu lado.

Estamos en bachillerato ¿lo sabías? –pues, yo no-, donde el objetivo es tener la mejor media posible. Te repito: ¡media! No la típica frase de mediocridad: “aprobarlas todas” Si lanzas una piedra a un objetivo que está a 400 metros, puede ser que llegues, pero lo más probable es que llegues a menor distancia. Pero si lanzas la piedra a 700 metros, seguramente y evidentemente pasarás los 400. Lo mismo pasa con los estudios. La meta – por y para algo está ahí- es un hermoso y placentero 10, no un simple, pobre, rasurado y despellejado 5. “Es que la materia es difícil de aprobar”, es verdad pero no son en todas las materias y te aseguro que como mínimo sacarás ese 5 o tal vez algo más elegante como un 6. Por lo tanto, si luchas por un 10 te aseguro que el aprobado saldrá por si solo, tan insignificantemente como el humo que deja una pieza de artillería al ser disparada. Pero si estás en la ESO, tienes que plantearte lo mismo ya que crearás un hábito de estudio que te será muy útil después y te evitarás varios sufrimientos

Si ya te haz propuesto lo dicho, notarás los cambios y podrás dar el siguiente paso: interesarse por conocer, o mejor dicho, amar el conocimiento. Este interés por aprender -no tiene que ser en todas las materias- hará que te sea más fácil estudiar, ya que no memorizarás asquerosamente un texto sino que lo comprenderás. También te llevará a no conformarse simplemente con lo dado, que te llevará a trabajar más, ser más responsable y participar en clase.

Sé que esta última actitud, nos cuesta, pero es muy necesario. Al menos intenta comportarte, es decir que no saques en el tiempo equivocado tus maravillosos dones de locutor, cómico, periodista de prensa rosa, detective privado ni de poeta con el que tienes al lado –mejor conocido como “y compañía”-. Pero se pide que participemos ¿No vas a participar en clase por el miedo de que otros –en los que me incluyo-piensen que eres un empollón, o un tonto si metes la pata? ¡Revélate contra ellos!¡No te dejes manipular, porque tu nota es más importante!

Por último te hago recordar el gran deseo que sentimos de enterrar los libros en estas vacaciones. Pero te digo que estás ante una gran oportunidad que no puedes dejar pasar. Imagínate que los exámenes finales o quincenales los tienes que presentar el primer día de clase del año nuevo. De esta manera llegarás al día, calmado y ubicado, pero lo más importante: no tendrás que estudiar tanto para los quincenales ni finales. Además, aprovecha de corregir tus fallos cometidos. Si eres malo realizando una operación matemática –o todas-, practícalas hasta que te salgan bien incluso si te salen bien, sigue practicándolas o si te dificulta los comentarios de texto, haz unos cuantos.

Siento mucho si lo que he escrito te ha dolido –pero tenía que escribirlo- y siento mucho decirte que mejorar, te costará un esfuerzo necesario para mejorar tus notas es decir sacrificio. Y esto se lo digo a todos nosotros, ya que si has aprobado todas o si te han caído una o dos materias, -una cifra marginalmente aceptable- imagínate que se te han caído nueve materias. De esta forma no te dormirás. Además, la gente que te rodea necesita buenas personas con metas, sueños y fuerza de voluntad ¡No superdotados ni empollones! Si te esfuerzas y cambias de mentalidad te aseguro que mejorarás en gran medida y ten en cuenta que la frase para incompetentes “aprobarlas todas”, no te será suficiente.